domingo, 5 de mayo de 2013

Microcuentos.

DÓNDE CONVERGEN SANGRE Y SONRISA.
Se desenamoró al ver que no eran sus ojos, sino sus puños, de los que tenía que estar pendiente.

LO QUE SE LLEVA.
Estuvo probándose corbatas alrededor de dos horas, pero nunca salió del probador.
-Era de Dolce&Gabana- Lloraba desconsolada la ahora viuda.

FÁCIL.
Era tanto lo que les quedaba por vivir, que murieron.

¿RUÍDO O YO?
Había un silencio tan ensordecedor que tuve que empezar a escucharme.



2 comentarios:

  1. Me parece de lo más injusto que nadie se pare a comentar en los blogs, así que hay va.

    Enhorabuena por lo del concurso, Marta. Los cuatro microcuentos son muy buenos. No se a lo que quieres dedicarte cuando salgas de bachillerato, pero te digo que si quisieras ser escritora podrías serlo. Me gusta el rollo de que repitas temas, como escuchar al Yo y el silencio. Como me dijeron en un curso que estoy haciendo, hay que cultivar las obsesiones.

    Que te vaya bien.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Samuel, se agradecen los comentarios jeje. Eso dice la profesora de lengua, pero para mí es un simple desahogo, quiero llegar a algún día, ser escultora. :)

    ResponderEliminar