martes, 7 de febrero de 2012

Amar, no poseer.

Por sus ojos asomaba una superioridad excitante, extraña, diferente a cualquiera que hubiese sido contemplada antes. El hombre era mayor, y aunque seguro que de joven no había estado mal, ahora era evidente que no era en absoluto atractivo. Sin embargo,la manera de mirarte, de tratarte, con esa vagueza, interes mezclado con la superioridad antes nombrada, te hacia no estar muy segura de tus sentimientos. Era como si un halo de tibieza lo rodease, como si algo te llamase a... ¿A qué? A cosas que algunos lectores calificarían de anormales.
Y sin embargo, mi consciencia no reprimía tal sentimiento por lo que no podía ser tan dañino, la angustia que producía , agradable no era, pero era una mezcla, por un lado, mi moral se situaba sobre la idea de que tenía novio, es un hombre un poco menor en edad que tus padres... etc. por el otro estaba ese impulso que me llevaba a buscarlo en los pasillos a, ahora, mientras estaba explicando, no poder dejar de mirarlo y intentar hacer algo que le molestase, para que dirigiese contra mí una de sus típicas frases cínicas.
No era yo la única que sufría tal cambio rodeado de un sinfín de hormonas adolescentes, pues veía en los ojos de Laura, crecer el mismo interes, y la había escuchado decir más de una vez, que tenía "un algo". Ese algo se intensificaba día a día y yo lo temía como una persona que depende de un cigarro y se acaba dando cuenta, lo temía más que nada, por esa palabreja, "compromiso". No un compromiso de casarse, no por favor, si no, simplemente al echo de sentir que traicionas a la persona que "amas" (aunque tal termino sea bastante abstracto). ¿Por qué siempre las personas atan el término amor con posesión?, de verdad que no lo entiendo. Seríamos tan felices pudiendo mantener relaciones con quien quisiesemos... a mí realmente no me importaría que mi novio, si se siente atraido por otra persona haga realidad ese deseo, siempre y cuando no me deje de amar a mí.
Eso debería ser lo importante, separar el amor del sexo, quitar las inhibiciones sexuales que tanto abundan, tener una educacion más abierta a todas estas opciones haría una sociedad más libre, menos cohibida, mejor. Y, sobre todo, me podría tirar a mi profesor.

2 comentarios:

  1. Y qué bonito sería que el amor pudiera ser, como tu bien dijiste, algo tan libre. Me encantó este punto de vista tuyo cariño, te amo... (L)

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