Intento evitarte, intento no hablarte, cada vez que me diriges la palabra una sonrisa se me dibuja en la cara, porque pienso que te importo. Soy incapaz de ignorarte, y al final caigo en la tentación.
Dices que lo entiendes, no entiendes nada. Me mientes, me haces daño, tú te mantienes indiferente. Me enfado, me buscas…y me acabas encontrando, no puedo vivir sin hablar contigo, no puedo vivir sin tu persona.
El juego cambia, ahora eres tú el que pasa de mí…y yo como marioneta tuya que soy voy a buscarte. Tú me controlas, tú decides por mí. Yo soy tu, dependo de ti.
Pero esta vez es diferente, esta vez me he revelado, estoy harto de tus tonterías, siempre tengo yo la culpa, siempre soy yo el que tiene que tomar la iniciativa, nunca tú. Dices que vale, que no insistes, que siempre eres tú el gilipollas que va detrás de mí.
Hoy la vez que más daño me has hecho. Nunca te vi capaz de hacerlo, pero lo hiciste. Hoy deseare tu muerte, en tres días volveré a desear esos labios.
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